Entrega Módulo IV
Hola a todos:
Esta es la última entrada en el
blog que hago para el curso “Fundamentos sobre la igualdad de trato y la no discriminación”,
el cual me ha parecido muy interesante, enriquecedor y, desde el punto de vista
de la innovación docente, muy bien planificado y estructurado. Pero lo que más
me ha gustado ha sido que ha me ha puesto en la posición de identificar
determinadas formas de pensamiento propio y objetivizarlas para extraer sesgos
y darme cuenta de que queda mucho trabajo por hacer.
Nosotros, como empleados
públicos, tenemos una gran responsabilidad para con los administrados, pero el verdadero trabajo hay que hacerlo desde
la educación temprana (tanto en las familias, como en las guarderías y colegios
por otros funcionarios). No se maximiza el resultado de la inversión en
políticas públicas para luchar por la igualdad y contra la discriminación si no
va acompañada de inversión de recursos en las etapas tempranas de la educación,
que es cuando los niños tienen mayor facilidad para la adquisición de
conocimientos y se forja la personalidad de su “yo futuro” (aunque, como hemos
visto en algún vídeo del curso, en realidad los niños nacen “puros” de
pensamiento y limpios de prejuicios, y es la sociedad en la que viven y su
propio permeabilización la que les corrompe con formas de ser discriminatorias
por racismo, edadismo, machismo, etc).
Aún así, siendo las políticas
públicas educativas o de concienciación de la población adulta totalmente
necesarias, nos encontramos con el mismo
problema de siempre en absolutamente todas las políticas públicas: el reparto
de unos recursos públicos limitados a través de los Presupuestos Generales
del Estado, o de la Comunidad Autónoma u Organismos Locales. Hay que
presupuestar más en favor de estas políticas públicas.
Respecto a qué podemos hacer nosotros como empleados públicos, creo que hay tres vertientes principalmente:
- Formarnos (como estamos haciendo con este curso) en políticas de igualdad y no discriminación (y otras muchas, claro): El objetivo no es otro que identificar los diferentes tipos de discriminación, darse cuenta de que existen (a veces es complicado identificar algo con lo que has convivido toda la vida y has normalizado), ponerles nombre y saber que existen también políticas públicas que luchan contra ellos (como se nos ha puesto de manifiesto en la parte final del Módulo 4).
- Aplicar lo aprendido en nuestro trabajo diario, tanto si trabajas en atención al público como si no lo haces. Al fin y al cabo, todo el trabajo que hacemos lo hacemos por y para los administrados. Y digo esto porque yo trabajo en Extranjería, donde es complicado trabajar si tienes determinados prejuicios, por ejemplo, y aparte del racismo y/o xenofobia, el del machismo (pues aunque la gran mayoría de empleados del hogar son mujeres, al principio me chocaba que a veces me presentasen contratos de trabajo para ejercer como tales los hombres).
- Denunciar las conductas discriminatorias que veamos. En EE.UU. se ven muchos carteles en la calle que dicen “If you see something, say something”. Eso es un trabajo previo pasivo para concienciar a la ciudadanía (como si fuese una publicidad subliminal), pero de nada sirve si nosotros como empleados públicos no practicamos primero lo que pretendemos enseñar a la ciudadanía a través de las políticas públicas.
En resumen, hay que trabajar aún
mucho en muchos aspectos (yo sólo he tratado aquí algunos, pero no quiero
olvidarme por ejemplo del lenguaje inclusivo: parece mentira cómo determinadas
expresiones a las que no damos importancia pueden hacerse sentir excluidas a
determinadas personas), pero creo que si comparamos con años atrás se está
andando el camino correcto.
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